Alrededor de 3,6 millones de personas habían fallecido a nivel mundial a consecuencia de la COVID-19. Mientras que en Asia, continente en el que se originó el brote, la cifra de muertes ascendía a unas 624.260 personas, los decesos en Europa duplican dicho número. En concreto, se han registrado más de un millón de muertes por el coronavirus en el Viejo Continente. Sin embargo, ya no es el continente con mayor número de fallecidos por COVID-19. La cifra contabilizada en América superaba el millón y medio de decesos ese día.