En medio de los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en las inmediaciones del Congreso, un grupo violento dio vuelta el móvil de la radio Cadena 3 de Córdoba e incendiaron el coche hasta reducirlo a cenizas. Entre lágrimas, el periodista de aquel medio lamentó lo sucedido: “No puede haber gente tan malvada”.
Orlando Morales, cronista del medio cordobés relató que fue atacado cuando intentaba correr el auto del lugar. “Estoy muy angustiado”, comenzó diciendo y describió lo sufrido: “El auto estaba parado allá, donde está el camión hidrante. Lo fui a retirar porque estaba solo el auto ahí. Cuando me subo al auto, quiero abrir la puerta del auto, vinieron de atrás, me tiraron al piso”.
Fue en ese momento que los violentos lo empujaron y avanzaron sobre el coche: “Estaba por entrar al auto, me tiraron para atrás, me voy para atrás y empezaron a mover el auto y lo dieron vuelta. Y tiraron un cartón encendido adentro del auto, y yo lo quería sacar y no me dejaban llegar. Y después empezó a arder y la verdad que estoy muy angustiado”, expresó.
“Tengo dos hijos y yo no quiero un país como este para ellos. Hoy me tocó a mí. El móvil se va a recuperar pero no puede haber gente tan malvada. Tan mala”, dijo conmovido.
“Vos podés pensar de una forma, yo de otra. Hay que hablar, dialogar pero no de esta forma. Esto hace mucho mal, yo no quiero un país así para mis hijos, quiero un país en paz, libre. Que piense lo que piense pero con respeto, no como estos tipos”, agregó.
“Estando yo ahí, que me saquen, que me den vuelta el móvil, que me lo quemen… Desde el 92 que estoy en Buenos Aires, del 92 que estoy en la calle. He cubierto de todo, nunca me pasó esto. Me pasó a mí, le podría haber pasado a cualquiera”, concluyó.
“LO FESTEJARON COMO SI FUESE UN GOL”
En diálogo con Telefe Noticias, el periodista describió que los atacantes celebraron el incendio del vehículo: “Me pecharon y empezaron a mover el auto. Y no solamente se conformaron con eso, cuando lo dieron vuelta, les decía: ‘Por favor, ya está, déjenlo, que lo paremos de nuevo’. Trajeron un cartón, lo prendieron a fuego y después tiraron algo inflamable que explotó cuando yo quería sacar el cartón”.
“Cuando el coche se incendió lo festejaron como si fuese un gol. Y me largué a llorar, porque el móvil es mi segunda casa. Es mi lugar donde trabajo todos los días. Y a estos tipos no les importa nada. Festejaban como si hubieran hecho un gol. Y yo desesperado. Estoy con mucha angustia, mucha bronca, mucha impotencia por lo que estamos viviendo”.