De esta manera, en lo que va del año, la nafta y el gasoil acumulan un alza de 81,61 por ciento.
“Con el propósito de continuar con la finalidad perseguida a través de los decretos anteriormente señalados, resulta necesario, para los productos en cuestión, diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de septiembre de 2024”, indicó la medida del Ejecutivo.
El incremento que aplicarán las refinadoras (YPF, Shell, Axion y Puma) contendrá el traslado al precio final de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, que fue del 2 por ciento, y una actualización del 1 por ciento en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL).
Desde junio, el Gobierno Nacional desdobló los incrementos en los impuestos fijados a los combustibles virgen para alivianar el traslado a la inflación.
Con la nueva actualización en los impuestos al combustible fijada por el Ejecutivo, el litro de nafta subió en torno al 3 por ciento promedio en la Ciudad de Buenos Aires, distrito de mayor incremento para reducir la brecha con el interior de país.
En CABA, la nafta súper pasó de 992 a 1.059 pesos el litro (aumento del 6,75 por ciento); la premium, de 1.226 a 1.309 pesos (6,75 por ciento de incremento); el gasoil, de 1.032 a 1.084 pesos (una suba del 5 por ciento); y el gasoil premium, de 1.244 a 1.334 pesos (uno por ciento de incremento).