La mujer se llama Carmela Mancuso y se transformó en noticia en todo el mundo. Abordada por los periodistas, contó que eligió el amarillo porque “es el color de la luz”. La mujer de las flores amarillas dijo que levantó su ramo para saludar al Papa Francisco y agradecer que se había recuperado tras su dura internación.

Papa Francisco: “Señora con las flores amarillas… ¡brava!”

Luego de 37 días internado, el papa Francisco fue dado de alta. En las primeras semanas, por lo menos en dos oportunidades, estuvo cerca de la muerte. Pero la enorme tarea de los médicos logró que pudiera recuperarse a sus 88 años de una neumonía bilateral y complicaciones posteriores. Por eso, la alegría y emoción de los fieles en todo el mundo. Representados por los que se reunieron en la plaza de San Pedro y los que estuvieron en la clínica. Como la “mujer de las flores amarillas”.

Al Papa lo llevaron en su silla de ruedas hasta una ventana de la clínica para que pudiera saludar a quienes fueron a esperarlo en el día del alta médica. En las imágenes sobre Francisco se lo vio saludar con ambas manos y esbozar una pequeña sonrisa. Pero de pronto, cambió. Puso su atención en un lugar en concreto donde estaban las personas y levanto el índice de su mano derecha. Allí sí, sonrió marcadamente y levantó su puño izquierdo, como un saludo especialmente dirigido.

Entonces, cuando le arrimaron un micrófono pronuncio sus 12 palabras en italiano con el agradecimiento a todos y a ella en especial: “Grazie a tutti…vedo a questa signora con i fiori gialle… ¡Brava!”

Carmela Mancuso, la mujer de las flores amarillas para el Papa ya es famosa en el mundo entero. (foto: gentileza Ilfattoquotidiano)

Carmela Mancuso, la mujer de las flores amarillas para el Papa ya es famosa en el mundo entero. (foto: gentileza Ilfattoquotidiano)

Quién es la “señora de las flores amarillas”

Apenas recibió el saludo especial de Francisco, los medios comenzaron a buscarla para conocer su nombre y su propia historia. Se llama Carmela Mancuso y es una fiel creyente y seguidora en especial del Papa Francisco.

“No sé qué decir. Gracias, gracias, gracias al Señor y al Santo Padre. No pensé que me ‘verían’ así. Él debía dar la bendición y en cambio vio mi ramo de rosas. Deseo que se recupere inmediatamente y vuelva con nosotros como antes”, dijo a los periodistas que se turnaron para entrevistarla.

Tiene 79 años y contó que acude regularmente a las audiencias papales al público de todos los días miércoles. Pero no solo eso, ha estado numerosas veces en la plaza San Pedro en diferentes actos y celebraciones hechas por Francisco. A los periodistas, les mostró una foto que documenta justamente uno de sus tantos momentos en la plaza vaticana.

Carmela muestra una foto de sus tantas presencias en la plaza San Pedro y con flores amarillas para el Papa. (Foto: Gentileza La Repubblica)

Carmela muestra una foto de sus tantas presencias en la plaza San Pedro y con flores amarillas para el Papa. (Foto: Gentileza La Repubblica)

Se la ve justo cuando en uno de los paseos de Francisco entre la multitud en San Pedro, se acerca a ella para recibir también un ramo de flores amarillas. Carmela – como le explicó a los periodistas – elige ese color para regalar al Pontífice porque es el “color de la luz”.

Nació en Monterosso Calabro, un pequeño pueblo de montaña en la provincia de Vibo Valentia, en el sur de Italia (en el “empeine” de la bota que parece el mapa de ese país). En las últimas seis semanas ha estado regularmente en la entrada de la clínica, rezando por el Papa. A tal punto, que los médicos y los servicios de seguridad del Santo Padre, la tenían perfectamente ubicada entre los fieles. Ya era conocida para quienes cuidan al Papa porque en los últimos seis años, Carmela ha llevado flores al Pontífice en varias ocasiones.

Sin embargo, ella misma se sorprendió cuando Francisco la saludo especialmente para “representar” a todos. “No esperaba ese saludo. No sé qué decir. Gracias, gracias, gracias al Señor y al Santo Padre. No pensé que sería vista así. Él debía dar la bendición y en cambio vio mi ramo de rosas. Deseo que se recupere inmediatamente y vuelva a nosotros como antes”, expresó conmovida.

Francisco se sonríe y la señala con su dedo al reconocer a Carmela, la mujer de las flores amarillas para el Papa. (Foto: Captura de TV)

Francisco se sonríe y la señala con su dedo al reconocer a Carmela, la mujer de las flores amarillas para el Papa. (Foto: Captura de TV)

Un destino especial para las flores amarillas de Carmela

El Papa eligió un lugar muy especial para ese ramo amarillo. De regreso a El Vaticano, la comitiva se detuvo en la iglesia de Santa María la Mayor. La basílica es una de las iglesias que se deben visitar en el peregrinaje de las siete iglesias de Roma para alcanzar la indulgencia plenaria en el “Año Santo” (como ese 2025). Las flores fueron colocadas frente a la imagen de la virgen Salus Populi Romani, en el interior de la Basílica.

El Papa Francisco continúa su recuperación ya en sus habitaciones en la residencia de Santa Marta en El Vaticano. Seguramente, a la plaza San Pedro, volverá, como siempre, Carmela con sus flores amarillas. Esperando que el Pontífice pueda retomar, entre sus actividades, las audiencias de los miércoles para los fieles.

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