“¡Se volvió loco! Ya no estoy pensando más en Elon Musk”. Si se juntan dos declaraciones hechas por Donald Trump con pocas horas de diferencia, está claro que la “alianza” con Elon Musk se rompió en muchos pedazos. Y más allá de las cuestiones personales (el “affaire Epstein”), la pelea entre dos millonarios norteamericanos sacude al mundo financiero. Especialmente si uno de ellos es el hombre más rico del mundo (Musk) con una fortuna personal de 424 mil millones de dólares. Es decir, él solo, tiene 10 veces más que lo que el FMI le prestó al gobierno de Mauricio Macri.
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Su rival, económicamente, es más modesto: ocupa el puesto 682 en la misma lista de Forbes con un patrimonio de 5,5 mil millones de dólares. Pero tiene con qué sobrepasarlo rápidamente: está sentado en la oficina oval de la Casa Blanca por segunda vez en su vida.
El apoyo incondicional en términos económicos e ideológicos se rompió. La grieta entre ellos, ahora parece insalvable. Y como pasa entre “amigos entrañables” se pelearon a muerte, por dinero.
Trump le sacó la rebaja impositiva que esperaba para Tesla en la nueva Ley de Financiación que mandó al Congreso. Musk dijo que era abominable, pero el Presidente la destacó como una de las mejores leyes de la historia económica moderna para los Estados Unidos.
También rechazó el nombramiento de un “Musk boy” en la NASA. Nada menos que donde el megamillonario juega un papel clave con sus cohetes espaciales y las redes satelitales.
Musk pegó duro en términos económicos: “Las medidas arancelarias de Trump llevarán a la recesión en Estados Unidos para el segundo semestre del año”.
Toda esa lucha interna mientras sigue el desbarajuste que causan las tarifas discrecionales del presidente Trump. Aumentan al doble en el acero para todos (Argentina lo sufre) menos para el Reino Unido. Con Canadá y México va y viene. Con China, los aranceles son altísimos, pero este jueves habló personalmente con Xi jinping.
Para la economía mundial, es como si actuara una nueva mutación del Covid, pero con un copete de pelo color naranja. Y encima, el eslogan “MAGA” tiene ahora otro significado: “Musk Against Greatness of América”, que se traduce como “Musk contra la grandeza de Estados Unidos”.
Musk: “Ya no soy tu amigo fiel”
La antigua canción rescatada e inmortalizada por la saga de “Toy Story” tiene que ser adaptada luego de esta pelea que crece día tras día. Cuando se anunció la salida de la “motosierra” de Musk, el presidente Trump, en el salón Oval y junto a él aseguró que “seguiremos siendo amigos“. Nada más lejos, los recortes de subsidios, ventajas, contratos y hombres de confianza de Musk, se dieron en cadena. Entonces el hombre más rico del planeta lanzó ataques en dos frentes: personal y político. El personal está fuera de esta nota. Concentrémonos en el político porque tiene consecuencias económicas que se pueden sentir en todo el mundo
De un día para el otro, Elon Musk supo que su “imperio” estaba amenazado desde Washington. Justo el lugar que combatió, plagado de burócratas y entonces, alentó a Trump para reemplazarlos a todos. Pero desde las ventanas de la Casa Blanca, la visión cambia para cualquiera. El que mira hacia los jardines y el obelisco de Washington es nada menos que el hombre más poderoso de la Tierra.
Entonces Musk pegó donde más le duele a Trump: su política económica. Los aranceles, lejos de cumplir con “MAGA” (hacer nuevamente grande a los Estados Unidos, por las siglas en inglés) solo traerá recesión en ese país en menos de un mes, cuando comienzo el segundo semestre del año.