Durante los cálidos meses de verano, los mosquitos a menudo se convierten en una molestia constante, interrumpiendo nuestras actividades al aire libre y afectando la tranquilidad en el hogar.
La capacidad de reproducción de estos insectos en fuentes de agua estancada contribuye a su aumento, convirtiéndolos en una plaga tanto en áreas urbanas como rurales. Las hembras de mosquito, en particular, buscan alimentarse de sangre para nutrir sus huevos, lo que puede resultar en picaduras dolorosas y reacciones alérgicas en algunas personas.